domingo, 12 de octubre de 2008

Cometas en el cielo


Mis querid@s tod@s.

¿ Alguien puede definir qué es el pecado ? ¿ Puede alguna institución y/o persona decidir qué es pecado y qué no ? ¿ Existe el infierno ? ¿ Y el cielo ?

Algunas de estas preguntas me han quedado respondidas después de leer "Cometas en el cielo", del autor afgano Khaled Hosseini. Naturalmente, no voy a exponer aquí lo que yo interpreto como pecado, cielo e infierno; pero sí tengo claro que estos conceptos no tienen nada que ver con la idea medieval que hemos heredado de nuestra cultura inevitablemente católica.

Hosseini explora en su novela temas universales de la literatura para desarrollar una historia de amistad realmente conmovedora entre dos niños de Kabul que se ve rota por un incidente de consecuencias fatales para ambos. La fidelidad, el amor, la guerra, la culpa y, sobretodo, la redención de los pecados. Todos estos ingredientes hacen de esta novela un auténtico manual de cómo matar los demonios que nos acechan, de cómo volver a ser bueno.

Salut i feina
i un bon forat
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viernes, 10 de octubre de 2008

Envidia sana

Mis querid@s tod@s.

Debo confesar que estos días estoy sintiendo una envidia sana hacia un par de amigas mías que están embarazadas.

A pesar de todos los problemas o malestares que una mujer pueda sentir durante un embarazo, a pesar de la larga espera y del temor perfectamente justificado hacia el dolor del parto, no puede haber sensación más maravillosa que sentir dentro de ti cómo una vida se abre camino, cómo lucha por crecer alimentándose de uno mismo.

No creo que una mujer pueda explicar, por mucho que lo intente, qué siente cuando nota a un ser vivo moviéndose en su vientre, poniéndose cómodo por las noches, compartiendo contigo hasta el aire que respiras.

Es algo que sólo ellas tienen el privilegio de disfrutar, aunque sea molesto y doloroso a veces. Y no es de extrañar que una madre haga cualquier cosa por su hijo porque durante el tiempo que ha estado dentro de ella ha mantenido una relación de oxígeno y de sangre que nadie más es capaz de entender. ¿ Cómo puede ser, pregunto yo, que casi cada día, en las noticias, haya alguna descastada que abandone a su hijo recién nacido en un cubo de la basura o en cualquier sucia esquina ? ¿ Cómo puede ser alguien tan vil de dejar morir de frío a algo tan pequeño e indefenso que ha estado creciendo durante meses dentro de ella ? ¿ Cómo se puede ser tan cruel y malvado ? ¿ Acaso no es fantástico traer al mundo otras vidas como las nuestras, más alegría, más risas ?

Espero que nunca lleguemos a lo que mi amiga M. llama "niños en almíbar", como sucedía en "Un mundo feliz" de Aldous Huxley: la concepción e incluso la palabra "madre" pasan a ser una aberración y los fetos son producidos en masa dentro de gestadoras artificiales.

Así que sólo debo decir: qué suerte tienen las mujeres de poder gozar de esa sensación, crear vida y que crezca dentro de ellas estableciendo un lazo que nadie pueda romper jamás.

Salut i feina
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jueves, 2 de octubre de 2008

El niño con el pijama de rayas


Mis querid@s tod@s.

Creo que es la primera vez en mucho tiempo que, poco después de haber leído la maravillosa novela de John Boyne, salgo contento de una película adaptada.

La historia del pequeño Bruno y su familia cuyo padre ostenta un importante cargo dentro del ejército alemán de la II Guerra Mundial no deja indiferente a nadie. La crueldad de los nazis vista desde la perspectiva de un niño que conoce a otro encerrado en un campo de concentración (en el libro se especifica claramente que es el de Auschwitz) a través de la valla electrificada que los separa.

Cabe destacar dos elementos soprendentes en la película que no se presentan en el libro: la película propagandística que los nazis crearon para dar a conocer al resto del mundo "lo bien" que se lo pasan los prisioneros en los campos de concentración pone los pelos de punta; la postura de la madre que no queda clara en la novela resulta mucho más viva y sobrecogedora en la película.

En definitiva, una película que merece la pena ver y a la que llevar a nuestros hijos para que se hagan una mínima idea del horror que sufrieron los judíos en la II Guerra Mundial. Quizás parezca un tópico pero creo que siempre va bien que películas y libros como "El niño del pijama de rayas" tengan tanta divulgación y éxito. No debemos olvidar para no repetir los errores del pasado.

Salut i feina
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