Mis querid@s tod@s.
Siempre he creído que aplaudir en el cine al final de una película tiene la misma utilidad que la primera y la última rebanadas del Pan Bimbo. Pero no pude evitar, al acabar Slumdog Millionaire, aplaudir entusiasmadamente. Me quedé prácticamente solo, naturalmente, pero me dio igual... Esta película, por su sencillez, su emotividad y su cálida historia de amor me ha conmovido hasta el tuétano y os recomiendo encarecidamente que vayáis a verla.
Un chico de 18 años se presenta a la versión hindú del conocido programa "¿Quiere ser millonario?", que resulta ser el preferido de su amor perdido, con la intención de que su chica lo vea por la televisión y pueda ponerse en contacto con él. Incomprensiblemente, al principio nuestro héroe es capaz de responder a todas las preguntas a las que se tiene que enfrentar y es acusado de fraude. Pero en el interrogatorio al que es sometido vamos descubriendo cómo es posible que tenga las respuestas a las complicadas preguntas: todas son fruto de las experiencias que ha sufrido a lo largo de su infancia y que realmente ponen los pelos de punta. La vida del chico no ha sido nada fácil: perdió a su madre, ha tenido que vivir entre basura, mendigar y jugarse la vida varias veces pero jamás ha olvidado a la chica que una vez tuvo como amiga y de la que se enamoró.
Una historia agridulce que nos hace pasar momentos divertidos, angustiosos y también, para los que estamos blanditos emocionalmente, tiernos; no podréis evitar dejar escapar alguna lagrimita... Por cierto, bellísima la protagonista.
Salut i feina
i un bon forat
on guardar l'eina.
